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El pasado mes de mayo el Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero sentenció a muerte el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, abriendo además una puerta que probablemente cuando quiera cerrarla será demasiado tarde.
El inagotable “talante” que ha convertido en santo y seña de su gobierno, el cual a parte de anécdotas tan lamentables como la idea de las superviviendas para jóvenes de 30 metros cuadrados, nos regala hechos muchísimo más graves como los derivados de la política antiterrorista que esta llevando acabo.
Plantearse un espacio de negociación después de toda la sangre que han derramado las pistolas y bombas de ETA en España durante décadas, es propiamente un atentado a las víctimas.
Felicitarse porque todos los grupos parlamentarios menos uno han votado a favor de su genial idea de dar un balón de oxígeno a los terroristas, es un afrenta contra los 10 millones de votantes que representa el Partido Popular.
Ya hemos estado ante otras treguas de la banda terrorista, el diálogo con ETA se ha intentado en ocasiones anteriores y se ha visto que ha sido un fracaso y que solo ha servido para permitirles rearmarse…
ETA marca los tiempos, su hoja de ruta planeada unilateralmente. ETA busca dos cosas: una es el precio político, la independencia incondicional de Euskadi y la anexión de Navarra. Y dos: los presos. Pero ETA ya lo ha dicho, no le vale con un mero acercamiento de presos, exige una amnistía, poner en la calle a sus pistoleros como si de presos políticos se tratara, poner a los verdugos en la misma calle que las víctimas.
Estas dos monedas son del todo inaceptables, pero no porque molesten a Rajoy, ni al PP, sino porque ofende a las victimas de lleno, porque ofenden a España de pleno, y eso no es ser alarmistas, es un hecho… un hecho de lógica y sentido común que ya ha manifestado la nación española en numerosas ocasiones
Recuerdo leer en algún sitio que con motivo del debate de la Ley que aprobó el matrimonio entre homosexuales, ZP le dijo a Rajoy que se atreviera a mirar a los homosexuales a los ojos para decirles que eran ciudadanos de segunda. Nunca habrá necesidad de eso, porque nunca hemos pensado ni pensaremos que nadie sea ciudadano de segunda, al contrario que el Sr. ZP que no cesa en su afán de crear Comunidades Autónomas de 1ª y de 2ª… y si de algo puede presumir el PP precisamente es de poder mirar a los ojos a los españoles, porque estén de acuerdo o no con nuestras propuestas e ideas, siempre hemos pensado lo mismo, siempre lo hemos defendido, y siempre hemos actuado en consecuencia a nuestro programa.
Pero el que tendrá que mirar a los ojos a las victimas será el Señor Zapatero. Lo tendrá que hacer para explicarles porque sepultó el Pacto contra el Terrorismo firmado 5 años antes, porque negocia con los asesinos de sus seres queridos, con sus secuestradores, con las personas que han atentado contra sus vidas, porqué la muerte de sus familiares ha sido en vano, porqué tanta sangre no ha servido más que para que los terroristas al fin logren el objetivo de doblegar al Estado a negociar con ellos.
Tendrá que explicar demasiadas cosas como para poder aguantar la mirada.
Hace 9 años Miguel Angel Blanco murió por no negociar con ETA. La banda terrorista puso condiciones para no matar al concejal del PP de Ermua; no se cedió al chantaje y le asesinaron. Y no nos engañemos. Ahora ETA está poniendo condiciones. SI no se cumplen… ETA matará.